La mejor manera de entender las relaciones entre vikingos e indios es tirar de vivencias, algunas pasadas y otras no tanto…
Abrí
los ojos y automáticamente deseé que hubiera sido una pesadilla, sólo pensar en
lo que me esperaba en el trabajo me hacía hundirme más y más en el colchón.
El
día estaba pasando más tranquilo de lo
que pensaba hasta que poco antes de salir hacía casa…sucedió. No coincidí con
él, pensé que no lo sufriría, pero allí estaba. Había venido sólo y
exclusivamente a regocijarse de cómo el penalti de Ramos había llegado a su
casa de Camas.
Así
son, su eterno rival siempre da mucho más juego que el que se podía ver en su
equipo cuando acudían al Vicente Calderón. Ese complejo de inferioridad, que
nunca reconocerán, me hace sentir lástima y pensar que demasiado tienen cuando
ven su sala de trofeos, pero…. ¿y cuándo somos nosotros los que nos convertimos
en sufridores, cuándo nos vemos atacados desde nuestra propia casa y luchar
parece una batalla perdida? Es en ese momento cuando nos damos cuenta de la
fuerza que nos inyecta nuestro escudo y nuestra historia.
Ahí
se refleja el espíritu vikingo, el no rendirse nunca y luchar siempre por lo
que sabes está hecho para ti.
Sin
ser esto suficiente, te puede pasar algo más incomprensible…un atlético de tu
propia sangre. Mi sobrino, que siempre ha visto el escudo en casa, ha ido al
estadio, ha visto a los jugadores… un buen día se confiesa indio. Moda de un
día que si el Kun, que si las uefas (perdón, europa league de ahora)….pero
costó sudor y lágrimas ir en contra del momento que le ha tocado vivir. Mis
cuñados me decían que el patio del colegio es muy duro y todos sus amiguitos
eran indios…¿patio de colegio? ¡Claro
que es duro! y ahí es donde se tiene que labrar el espíritu vikingo, luchando
desde pequeñito porque todos aquellos que dicen que el ser madridista es
fácil…se aferran a los mundos de yupi y la ignorancia.
Y
en la ida de copa aparece el otro sobrino y lo mismo… vivimos un déjà vu. El
otro sobrino con la misma monserga. El tercer gol sube al marcador y ahí está
él, hecho bicho bola bajo la capucha con unos morritos que llegan al córner. Lo
siento, le quiero como si fuera mi hijo, pero así es como se sentirá si decide
tomar ese camino, día sí y día también sólo con algún oasis de felicidad.
Desde
aquí sí me gustaría mencionar a aquellos indios que no son antimadridistas,muy
pocos, una minoría… pero los hay. Esos que parecen entenderte y que cuando se
juntan con otros indios, caen en las redes antimadridistas. Aficionados al
fútbol, quemados por la influencia económica en nuestro deporte, vivencias
personales que les quitan la ilusión o simplemente la falta de inyección en
vena por parte de su equipo. Muchos dicen que los indios son la mejor afición…
¿si? Con el 1-0 ante la Real Sociedad el estadio era una tumba….pero, ahora
vende ser indio y cholista…
Cholista,
un concepto que ni ellos mismos saben cómo definir. Para mí, es una falsa
humildad guardiolista, que en un argentino cuesta creer, mis disculpas si
alguno está leyendo estas líneas.
¿Relaciones
entre vikingos e indios? Sí… a distancia y con paciencia, por no decir otra
cosa.
Ya
sabemos todos el grito “indios y culés la…”
que no terminaré porque es de sobra conocido y refleja que las aficiones son
más de lo mismo…suma y siga con los amiguismos y las modas… Da igual el
Atlético, el Barça… lucharemos contra todos porque el Real Madrid es un sentir,
una forma de vida y todo lo demás es sólo un hobby…
¡HALA
MADRID!
(Febrero, 2014)
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